-Usted es un hombre de cine, pero que no hace gestos raros a la televisión. ¿Cuánto tiempo sin trabajar en la tele?
-Menos del que parece a primera vista. El medio televisivo me encanta. Mi último trabajo para televisión fue hace cuatro años con «Dime que me quieres», en Antena 3. Con anterioridad a este título, puedo decirle que durante los noventa -cuando hacer series era una heroicidad- me encargué de la dirección de «Chicas de hoy en día» y «Famosos y familia», para TVE. Además, puse en marcha los primeros capítulos de «Ay, Señor, Señor», para Antena 3.
-Ahora regresa de nuevo con una producción para Telecinco. ¿Echaba de menos el medio?
-De vez en cuando, a los directores de cine tan poco nos viene mal pasarnos un ratito a la tele.
-En estos años de ausencia, ¿ha visto muchos cambios?
-Hemos pasado de un bajón en la producción de series de ficción, tras unos años de grandes trabajos. Todo esto coincidió con la aparición de ese tipo de programas llamados de
telerrealidad, como «Gran Hermano» y sus sucedáneos. Ahora de nuevo la ficción en España funciona de maravilla y, lo que es más importante, no nos hacen sombra ni las series norteamericanas. Lamentablemente
en el cine no sucede lo mismo... ya me gustaría a mí que los espectadores dieran la mitad de la aceptación que dan a series como «Los Serrano», «Siete vidas», «Aquí no hay quien viva» o «Cuéntame» a las películas españolas.
-Entonces, ¿cree usted que este es el mejor momento para volver?
-Desde luego que sí. Esta profesión es riesgo, pero creo que la cosa va a ir de maravilla. La ficción ha vuelto a subir y es ésta la que está ayudando al cine. En algunas cosas
tenemos una televisión bastante denigrante, con un exceso de
programas basura. En la TV actual,
la popularidad se mide por decibelios; cuanto más gritas, más cobras. Espero que esto sólo sea un sarampión pasajero.
-¿Cuál va a ser su misión en «La edad de oro»?
-Ese no es el título definitivo. Parece que ese ya está registrado. Además, creo que no refleja lo que es la historia que vamos a contar. Por el momento soy el primer director, aunque conmigo van a estar otros dos directores de reconocido prestigio en televisión. Conozco el proyecto desde los comienzos de su gestación, por lo cual voy a dirigir los primeros episodios. Después voy a contar con la ayuda de
Pepa Sánchez Biedma e Ignacio Mercero.
-Hábleme como director de la serie.
-Habla de los ochenta. Todas las tramas arrancan en el 23-F y este hecho lo vamos a contemplar desde distintos ángulos. Hay tramas más serias; otras, sin embargo, tienen un toque de comedia.
-¿No es una comedia nostálgica?
-Es bastante realista, con humor, pero hay momentos dramáticos. Es una serie para recordar y con música.
-¿Por qué los ochenta?
-Es una etapa mítica para el pueblo español, algo así como los sesenta para el resto del mundo. Los ochenta supusieron unos años de libertad, modernidad. En aquellos años surgió la «movida madrileña» y nació la esperanza de un cambio. Eso es lo que pretendemos reflejar.
-Al ser una serie con un director conocido en el cine, ¿se puede decir que estamos ante una serie de autor?
-No.
En televisión se trabaja en equipo. Esa es otra de las cosas que me gustan del medio. Yo aporto mi granito y, como decía Butragueño, somos once.
-Tanta ilusión y luego llega un directivo y, porque no cubre las expectativas, la retira de la parrilla...
-Hay que reaccionar como profesionales. Por trabajar en televisión no hay que cambiar el chip. Antes el cine era lo arriesgado y la tele seguridad;
en la actualidad, la televisión está más peligrosa que el cine.
CARMEN ANIORTE
"ABC"